Después de la tormenta

Hoy por la mañana, en el trabajo, fué uno de esos días en los que todo va mal, todo falla, no sabes que hacer para que las cosas funcionen y acabas de los nervios y pensando en mandar todo a la mierda por que solucionarlo puede llevar meses. En estado de frustración vi un rayo desde mi puesto... y acto seguido empezó a llover. Pero a llover de verdad, nada de "mojabobos" ni "chirimiris", un aguacero de los que hacen época, atascos y destrozos varios.

A eso de las 14:15 salí del trabajo dirección a casa con mi paraguas encontrado en la plaza mayor de Madrid (Aoi corroborará mi versión de los hechos) y en los 3 minutos de trayecto hasta case me calé hasta las rodillas. Y la situación era impresionante: eso de vivir en una cuesta le da fuerza al agua y se veían ríos sin nombre, alcantarillas levantadas escupiendo agua a borbotones, piedras del tamaño de un puño rodando por medio de la carretera, charcos aspirantes a piscinas y mucha gente buscando donde refugiarse. Dato curioso: era la primera lluvia del otoño (a menudas horas), y parece que quiso descargar todo el agua del año de una vez... es el precio que hay que pagar por tener sol todo el año. En la foto un barranco, siempre seco, en su paso por Santa Cruz de Tenerife... espectacular (cortesía de "La opinión").


Por suerte, a eso de las 16:00, dejó de llover y salió el Sol. Salí a dar una vuelta y los efectos del agua eran aún evidentes, con rocas y algún que otro destrozo y atasco por el camino pero, en el horizonte, brillaba un precioso arcoiris, recordándones que despues de pasar un mal trago, despues de la tormenta, siempre naca algo maravilloso y que hace que el esfuerzo valga la pena.
Tras eso pasé una agradable tarde de charla con María, contándole mis problemas y encontrando su apoyo. Con el optimismo de la tarde en la cabeza regresé al trabajo, a ese problema que me tenía atascado y minaba mi moral... y lo solucioné. Toda la frustración que no me dejaba pensar por la mañana se había ido y eso hizo todo mucho más sencillo.


Así que recordad: aunque todo este mal, aunque la vida os golpée una y otra vez, aunque creáis que no hay salida... sed optimistas, apoyaos en la gente que os quiere y pensad que, al final, el arcoiris remplazará a las negras nubes y que lo mejor está aún por llegar.