La puerta de Ptolomeo

Hace tiempo que he leido este libro, pero he de reconocer que se me olvido por complete realizar la reseña. Pero más vale tarde que nunca, y aquí está mi visión de "La Puerta de Ptolomeo".

Este libro es el último de la trilogía de Bartimeo y concluye la historia que comienza en "El amuleto de Samarkanda" y continúa en "El ojo del Golem". En este caso la historia tiene un caráctes más oscuro y maduro, pero aún así continuamos teniendo las geniales intervenciones de Bartimeo.
Este tono más serio está acorde con la situación en la que se encuentran los tres personajes principales de la obra: acosados, sin fuerzas en muchas ocasiones, sin esperanzas, hartos de su situación. Pero, sin embargo, conscientes de lo que tienen que hacer y de que han de alcanzar su objetivo (curiosamente acaba siendo el mismo, aunque cada uno por sus razones).

He leido el libro muy rápido, en un par de días. Está escrito de forma amena, aunque tiene más elementos descriptivos que los dos primeros libros. Sin embargo esto se pasa por alto debido al cariño que ya tenemos a los personajes y a la emoción de lo que sucede, que siempre nos tiene pendientes de la siguiente página.
Algo que no me acabó de convencer fue el desarrollo inicial del libro: era más una continuación del segundo que un libro independiente. Esto me llevó a la sensación de que no tenía una estructura clara. Por supuesto esto es más culpa del año de espera del libro que del autor, que ha bordado la trilogía en conjunto.

Y lo peor de lo peor: ¡ se ha terminado ! Ya no tendremos más aventuras escritas de Bartimeo, ese personaje (que llegará a ser clásico) de fantasía que nos ha enamorado a todos. Al menos eso espero, ya que una continuación solo sería debida a motivos comerciales, algo que acabaría por desvirtuar la historia. Aún así, hasta que tengamos más noticias de nuestro genio preferido esperaré en el "otro lado", que mi esencia está agotada de tanto escribir...

LA PUERTA DE PTOLOMEO; Jonathan Stroud.
ISBN 978-84-8441-321-9, 504 páginas
Editorial Montena, colección Seria Infinita
18 € la edición de tapa dura... ¡qué lo merece!

¿Qué extensión eres?

Hoy en día convivimos con los ordenadores.
En el trabajo, en casa, para ocio o para piratear, convivimos con ficheros, archivos, carpetas y aplicaciones.
Pasamos trabajando gran parte de nuestra vida y, dependiendo de a que nos dediquemos, todos tenemos una extensión de fichero predilecta: los escritores abusan de los documentos de texto, los gestores de las hojas de cálculo, los fotógrafos de ficheros de imagen...
¿Y si cada uno pudiera describir su vida con su extensión preferida? Los escritores nos regalarian una novela, los gestores un exacto balance de cuentas, tanto materiales como sentimentales, los fotógrafos una serie interminable de instataneas y los astrofísicos... ¿qué diablos nos darian los astrofísicos?

Nosotros los astrofísicos trabajamos en muchas ocasiones con ficheros .fits. Estos ficheros tienen dos partes: los datos (imágenes o espectros) y una cabecera con información relevante sobre esos datos (fecha de creacción del fichero, instrumento de observación, filtros, usuarios, coordenadas...).
El resumen de mi vida en un fichero .fits se compondría de una cabecera con los datos personales relevantes como nombre, fecha de nacimiento, altura, peso, lugares de residencia, vida académica y cualquier cosa digan de mención. En la parte de datos habría una gráfica: en el eje X el día de mi vida, en el eje Y mi grado de felicidad. Así el fichero de mi vida serviría para realizar un estudio científico de la felicidad del ser humano.

Y en la gráfica veriamos líneas de emisión de felicidad y momentos en los que la pena produce una línea de absorción. Pero la mayor parte del tiempo veriamos ruido. Días normales, algunos más felices, otros menos, pero ninguno especial.
La vida es ruido, y no me canso de escucharlo. La vida es ruido formado por risa y llanto, mezclados, indistinguibles. El ruido de la vida es una sinfonía agridulce.

Bittersweet Symphony, The Verve

Numero equivocado 2.0

Tarde de lunes, mis padres están a punto de regresar a la Peninsula tras unos días de visita.
Lo primero, como siempre, los agradecimientos: Gracias mama por limpiarme la casa, adecentar mi armario, ordenar mis cosas, recordarme lo que es una verdadera comida y todas esas cosas. Gracias papa por arreglar todos los desperfectos de la casa, peinar la zona en busca de churros, llenar la despensa y estar pendiente de la lavadora.

De nuevo, tarde de lunes. Suena el telefono y Trimu, como persona "normal" que es, lo descuelga:

Trimu: ¿Diga?
¿? : ¿Está Jonay?
Trimu: No, aquí no hay ningún Jonay, se ha equivocado.
¿? : ¿No hay ningún Jonay López?
Trimu: No, yo me llamo Carlos López San Juan. No conozco a ningún Jonay.
¿? : Yo busco a Jonay López San Juan... ¿es su hermano?
Trimu: NO, ya le he dicho que no conozco a ningún Jonay.
¿? : ¿Entonces no está Jonay?
Trimu: NO, LO SIENTO.
¿? : Bueno, gracias...

Yo no se por que la gente utiliza un metodo de comunicación exclusivamente sonoro cuando son sordos.
¿Acaso mi número es el "triángulo de las bermudas" de la red telefónica? La próxima vez informaré del caso a Iker Jimenez, a ver si el puede ayudarme.

Nuevo proyecto

Esta entrada sirve como publicidad de un nuevo proyecto que tenía en mente desde hace ya mucho tiempo: un blog dedicado a mis viajes.

De momento está en pruebas, y espero críticas de todo tipo para mejorarlo y hacerlo más funcional. El viaje escogido para comenzar ha sido el que realicé a París el año pasado... pero si quereis saber más, solo teneis que visitar el blog.

¡ Qué comience el viaje !

Renacer

Esta es una entrada alegre y triste a la vez.

Alegre por que he vuelto a nacer este fin de semana. Yo era uno de los excursionistas de la trajedia acontecida en Tenerife hace unos días. Triste por los seis compañeros fallecidos, 2 de ellos amigos intimos mios.

En el futuro escribiré una entrada contando todo lo ocurrido desde mi punto de vista. Uno de mis amigos lo habría querido así. Pero esta entrada es solo para agradecer el apoyo de familia, amigos, compañeros y conocidos; tanto físicos como virtuales. Todo está siendo más fácil gracias a vosotros y me dais fuerza para continuar a pesar del dolor.

Un abrazo enorme, de momento desde la red, y cuando sea posible en persona. Os quiero mucho a todos.

Pd: Qué bonita es la luz del Sol por la mañana.