En ocasiones tengo sueños...
El otro día tuve un sueño... No, no, tranquilos, no os voy a hablar de política ni derechos humanos evidentes. El otro día tuve un sueño de los que molan, de esos que te levantas y dices "mierda, un poquito más". Y para los que más me conocen: no, tampoco era un sueño húmedo. El otro día soñe que era Goku.
El sueño empieza en un barrio pobre de una ciudad sin nombre. La gente no tiene mucho y yo, el pequeño Goku, ando jugando con unos niños del barrio intentando subir el muro del castillo del Archicanciller, malo maloso de esta historia. Yo consigo alcanzar el punto más alto del muro (recordad que soy Goku de pequeño y aún no sé volar. Menudo punto escogió el sueño para ser coherente, de verdad) y ver los jardines, bosques y opulencia dentro del castillo. Y, a lo lejos, en la torre principal, puedo ver al Archicanciller y sus 20 obispos negros, lo mejor de su guardia, en un balcón. Y me enervo y decido acabar con esta injusticia como mejor sé: a base de tortas.
Así que bajo del muro y me voy camino a la puerta principal del castillo. Curiosamente, al llegar, esta puerta es sospechosamente parecida a la de un hotel de lujo. Casualmente hay una recepción y entro sin llamar la atención (raro, porque mi traje rojo muy de gala no es). Entre camareros que portan canapés y champán y de los cuales paso olímpicamente (raro, porque debería de haberme lanzado cual poseso a por ellos) encuentro a un amigo de la facultad, Alvarito (raro, él no suele ir a este tipo de actos imaginarios). Él me reconoce y me pregunta qué hago allí. Tras comentarselo me dice "es peligroso tio", pero me indica "por la izquierda". Y por ese pasillo comienzo mi búsqueda del Archicanciller.
Tras pasar un par de puertas me encuentro perdido. Y los pasillos se parecen sospechosamente a los de la facultad de química de la UCM, donde hace años hice unas prácticas: madera y olores raros. En ese momento me encuentro con 3 chavales desaliñados que me comentan que ellos también estás buscando al Archicanciller para hacerle "pupita" y que me una a ellos. Son mi mejor opción, así que les sigo. Tras un derecha, recto, derecha, izquierda, etc. llegamos a una sala amplia y bien iluminada con una puerta que da a la calle y... donde una veintena de periodistas fotografían a un señor de porte distinguida. Al pasar a su lado me ofrece su mano y me comenta "Muchacho, yo soy el Archicanciller", a lo que respondo "Pues tú te vienes conmigo". Golpe en la colleja e, inconsciente, lo cargo al hombro y voy hacia la salida al grito de "¡Cómo os acerquéis me lo cargo!". Si es que soy de un macho que asusta.
Salgo a la calle con el Archicanciller a cuestas y mis 3 compañeros de rebelión. Y empezamos a huir por la primera a la derecha, siguiendo el muro del castillo/hotel/facultad y sin encontrarnos con el típico servicio de frente. Hasta que, tras un rato, oímos gritos a nuestras espaldas. ¡Son los obispos negros! 3 de ellos vienen a por nosotros. Dejo al Archicanciller en el suelo al cargo de mis amigos y me enfrento al primero de ellos: ¡nada más y nada menos que Michael Robinson! Es duro de pelar, pero finalmente... SUENA EL DESPERTADOR.
Y pienso "mierda, un poquito más... ¡Estaba soñando que era Goku!". Chupate esa Freud.
El sueño empieza en un barrio pobre de una ciudad sin nombre. La gente no tiene mucho y yo, el pequeño Goku, ando jugando con unos niños del barrio intentando subir el muro del castillo del Archicanciller, malo maloso de esta historia. Yo consigo alcanzar el punto más alto del muro (recordad que soy Goku de pequeño y aún no sé volar. Menudo punto escogió el sueño para ser coherente, de verdad) y ver los jardines, bosques y opulencia dentro del castillo. Y, a lo lejos, en la torre principal, puedo ver al Archicanciller y sus 20 obispos negros, lo mejor de su guardia, en un balcón. Y me enervo y decido acabar con esta injusticia como mejor sé: a base de tortas.
Así que bajo del muro y me voy camino a la puerta principal del castillo. Curiosamente, al llegar, esta puerta es sospechosamente parecida a la de un hotel de lujo. Casualmente hay una recepción y entro sin llamar la atención (raro, porque mi traje rojo muy de gala no es). Entre camareros que portan canapés y champán y de los cuales paso olímpicamente (raro, porque debería de haberme lanzado cual poseso a por ellos) encuentro a un amigo de la facultad, Alvarito (raro, él no suele ir a este tipo de actos imaginarios). Él me reconoce y me pregunta qué hago allí. Tras comentarselo me dice "es peligroso tio", pero me indica "por la izquierda". Y por ese pasillo comienzo mi búsqueda del Archicanciller.
Tras pasar un par de puertas me encuentro perdido. Y los pasillos se parecen sospechosamente a los de la facultad de química de la UCM, donde hace años hice unas prácticas: madera y olores raros. En ese momento me encuentro con 3 chavales desaliñados que me comentan que ellos también estás buscando al Archicanciller para hacerle "pupita" y que me una a ellos. Son mi mejor opción, así que les sigo. Tras un derecha, recto, derecha, izquierda, etc. llegamos a una sala amplia y bien iluminada con una puerta que da a la calle y... donde una veintena de periodistas fotografían a un señor de porte distinguida. Al pasar a su lado me ofrece su mano y me comenta "Muchacho, yo soy el Archicanciller", a lo que respondo "Pues tú te vienes conmigo". Golpe en la colleja e, inconsciente, lo cargo al hombro y voy hacia la salida al grito de "¡Cómo os acerquéis me lo cargo!". Si es que soy de un macho que asusta.
Salgo a la calle con el Archicanciller a cuestas y mis 3 compañeros de rebelión. Y empezamos a huir por la primera a la derecha, siguiendo el muro del castillo/hotel/facultad y sin encontrarnos con el típico servicio de frente. Hasta que, tras un rato, oímos gritos a nuestras espaldas. ¡Son los obispos negros! 3 de ellos vienen a por nosotros. Dejo al Archicanciller en el suelo al cargo de mis amigos y me enfrento al primero de ellos: ¡nada más y nada menos que Michael Robinson! Es duro de pelar, pero finalmente... SUENA EL DESPERTADOR.
Y pienso "mierda, un poquito más... ¡Estaba soñando que era Goku!". Chupate esa Freud.
Etiquetas: trimurtiadas
2 Comments:
Alaaa,yo de peke queria ser como Goku xDDD (creo que era la unica xD,ah no!Kasu tambien! xDD )
Si es que no te pueden dejar ser el heroe :P ,siempre habra un despertador que suene,esta comprobado xDD
Un besooo ^_____^
By Carol, at 7:57 p. m.
Jajajajaja... ¡Como fastidia eso! Lo de Goku va a ser porque te dije el jueves que estaba consiguiendo Dragon Ball Gt :P
Yo en mis sueños siempre tengo el mismo revolver en la mesilla de noche... Entonces es cuando más me divierto :P
¿Debería acudir a un profesional?
By xxxxxxx, at 9:10 p. m.
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